El Áloe Vera es una planta suculenta, perenne y de crecimiento abigarrado. Sus hojas son gruesas y carnosas y terminan en punta. De color verde, a veces jaspeadas de punto blancos con pequeñas espinas en los bordes. Se cultiva como planta decorativa para usos medicinales y cosméticos. La savia de esta planta, que se obtiene de sus hojas carnosas, es una gelatina transparente, eficaz para quemaduras, pieles irritadas…. Tiene la propiedad de formar una barrera protectora y antiséptica que hace que la piel respire y se regenere.
No es tolerante al frío, no es capaz de sobrevivir por debajo de los 5º C. Es ideal como planta de interior en climas menos calurosos. Necesita tierra bien drenada, y bastante seca. El Áloe Vera se reproduce por esquejes, que crecen en abundancia en la base de la planta.